Falleció Santiago “Negro” Didoménico a los 90 años

A veces, un nombre y apellido nos remite imaginariamente -y sin dudarlo- a una actividad, un oficio, una característica determinada. O todo junto. Un personaje que se usa como sinónimo. Indefectiblemente así es el caso de Santiago Walter “El Negro” Didoménico, quien falleció a los 90 años.
Nativo de Urdampilleta, partido de Bolívar, se vinculó al ciclismo local -como deportista y dirigente- y construyó y asesoró sobre cientos de parrillas desde su llegada a Trenque Lauquen, en la década de 1960. Así se lo referenciaba a Didoménico, que también le transmitió la pasión por el ciclismo a su hijo Pablo (en la actualidad un reconocido odontólogo, que además supo participar de veladas de boxeo y kickboxing como jurado y fiscal).
Didoménico, aunque conocía Trenque Lauquen por el ciclismo, estuvo un tiempo prolongado como capataz en la obra del hotel Pailla Hué, bajo las órdenes del ingeniero platense Hugo Álvarez Mariaux. Volvió a Bolívar para la construcción del hotel San Carlos y luego recaló en Bariloche, para una tarea similar.
Cuando el destino laboral le marcaba otra mudanza, prefirió recalar en Trenque Lauquen para “echar raíces”. En su oficio de albañil trabajó hasta febrero de 2020, y luego asesoró en situaciones específicas, en su especialidad: las parrillas.
En el deporte de las dos ruedas empezó en su juventud, en Bolívar, con “Cacho” Belén. Aquí enseguida se vinculó al Club Ciclista, y una amistad entrañable con Raúl Ciotti (dos años menor).
En ocasión del Campeonato Argentino Juvenil, en 1991, con los aportes de Ciotti y Didoménico se construyó la parrilla del club que comandaba otro emblema del deporte local: Antonio “Poroto” Abásolo. Y en las nuevas instalaciones, en el Polideportivo, también levantó los ladrillos, compañeros de las brasas que crujen en cada encuentro o evento.
En breve, parte de sus cenizas se esparcirán en el circuito y seguirán con pasión y atención a cada “gusano de mil cabezas” que se forme y ruede en la pista local.
